[Epitafio escueto y enigmático que reza en la tumba de Borges, en Ginebra.
Por nuestra parte, este será el espacio para la poesía y el pensamiento, como la manifestación de la sorpresa que nos asalta por el hecho de vivir. Invitación al sosiego espiritual, después de todo.]
miércoles, 18 de julio de 2012
AL DESEO...
...nada le es suficiente: se presenta, a la vez, como sustantivo y como primera persona del singular del presente de indicativo.
Para algunos el deseo es la causa del sufrimiento, por lo que su aniquilación sería como el secreto de la felicidad. Para otros el deseo es la fuerza vital que ayuda a perseverar en el ser, a sacar lo mejor de la vida. Las necesidades derivan del deseo, y no al revés. Desear es producir, y producir realidad. El deseo como potencia productiva de la vida. Tal vez por ello no se satisfaga nunca.
"El deseo es el apetito con consciencia de sí mismo, y que el apetito es la esencia misma del hombre, en cuanto determinada a obrar aquellas cosas que sirven para su conservación. Pero también he advertido en el mismo Escolio que no reconozco, en realidad, diferencia alguna entre el apetito humano y el deseo". (Baruch Spinoza,E3,Definiciones de los afectos, p.90, Spinoza Opera, Carl Gebhardt(ed.), Heidelberg, 4 vols., 1925.
"Así pues, queda claro, en virtud de todo esto, que nosotros no intentamos, queremos, apetecemos ni deseamos algo porque lo juzguemos bueno, sino que, al contrario, juzgamos que algo es bueno porque lo intentamos, queremos, apetecemos y deseamos". Baruch Spinoza, E3P9S, ed. cit., p.147.
3 comentarios:
Para algunos el deseo es la causa del sufrimiento, por lo que su aniquilación sería como el secreto de la felicidad. Para otros el deseo es la fuerza vital que ayuda a perseverar en el ser, a sacar lo mejor de la vida. Las necesidades derivan del deseo, y no al revés. Desear es producir, y producir realidad. El deseo como potencia productiva de la vida. Tal vez por ello no se satisfaga nunca.
"El deseo es el apetito con consciencia de sí mismo, y que el apetito es la esencia misma del hombre, en cuanto determinada a obrar aquellas cosas que sirven para su conservación. Pero también he advertido en el mismo Escolio que no reconozco, en realidad, diferencia alguna entre el apetito humano y el deseo". (Baruch Spinoza,E3,Definiciones de los afectos, p.90, Spinoza Opera, Carl Gebhardt(ed.), Heidelberg, 4 vols., 1925.
"Así pues, queda claro, en virtud de todo esto, que nosotros no intentamos, queremos, apetecemos ni deseamos algo porque lo juzguemos bueno, sino que, al contrario, juzgamos que algo es bueno porque lo intentamos, queremos, apetecemos y deseamos".
Baruch Spinoza, E3P9S, ed. cit., p.147.
Es terrible en su segunda acepción.
Un abrazo Arsenio
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