sábado, 28 de septiembre de 2013

"¡APARTA, SATANÁS!..."




...—repitió Ivanof sirviéndose otro vaso de aguardiente—. En otros  tiempos la tentación era de naturaleza carnal. Pero ahora toma la forma de la razón pura. Los valores cambian. Yo quisiera escribir una tragedia de la Pasión según la cual Dios y el Diablo se disputaran el alma de san Rubachof. Tras una existencia pecadora, él se vuelve hacia un dios, el dios con sotabarba del liberalismo industrial y las caritativas sopas del Ejército de Salvación. Por el contrario, Satanás está delgado y ascético; es un fanático de la lógica. Lee a Maquiavelo, a Ignacio de Loyola, a Hegel y a Marx; su implacable frialdad hacia el género humano desemboca en una especie de piedad matemática. Está condenado a hacer siempre lo que más le repugna: a transformarse en carnicero para terminar con las matanzas, a sacrificar ovejas para que ya nunca más vuelvan a sacrificar ovejas, a tratar al pueblo a latigazos a fin de que éste aprenda a no dejarse fustigar, a deshacerse de todo escrúpulo humano en nombre de los escrúpulos superiores, a atraerse el odio de la humanidad por amor a ella, su amor abstracto y geométrico. "¡Aparta, Satanás!" El camarada Rubachof prefiere el martirio. Los comentaristas de la Prensa liberal, que mientras vivía le detestaban, le canonizarán a su manera después de muerto. Él ha descubierto en sí una conciencia, y el tener conciencia le hace a uno tan inepto para la Revolución como el tener papada. La conciencia corroe el cerebro como un cáncer, hasta que termina por devorar toda la sustancia gris. Satanás se bate en retirada, pero no imagines que rechina los dientes y escupe en el fuego de rabia. Sólo se encoge de hombros; está flaco y ascético; ha visto a demasiados vacilar y salir de sus filas con pretextos ampulosos...»

A mí me hubiera gustado escribir un texto así, como este de Arthur Koestler en El cero y el infinito. Y así haber hecho la descarnada radiografía de un tiempo del que me temo que ya no queda sino el sempiterno juego entre Dios y el Diablo, con el mismo taimado desenvolvimiento con que lo cuenta Ivanof, pero en circunstancias me temo que distintas, imperando ahora la indiferencia de un modo absoluto y terrible después de que triunfara la extirpación de la conciencia "que corroe el cerebro", y después de que la tentación haya adquirido "la forma de la razón pura".


martes, 17 de septiembre de 2013

APRECIO MI ANORMALIDAD




...en la medida en que nada en la naturaleza remite a esta libertad, a la práctica de la virtud o al pensamiento inteligente.

lunes, 9 de septiembre de 2013

HOY



¿Qué puedo decir de un día como hoy?: que quizás todo continúe como siempre, mientras que por debajo han sucedido cosas, imperceptibles mutaciones en alguna dirección que nuestros sentidos parecen incapaces de acometer, adaptado su sentir al acomodo en lo que es más grande. Qué se puede decir de hoy que no se haya podido decir de ayer, de siempre...

(9 de septiembre de 2013, un día después de una breve y magnífica estancia en la ribera del Douro, Portugal)


domingo, 1 de septiembre de 2013

MORAL NARCISISTA



Se troca el esfuerzo encaminado a la excelencia por la ensimismada admiración de la propia miseria.