viernes, 22 de junio de 2012

POR MÁS QUE NOS LO PROPONGAMOS...





...seremos incapaces de sustraernos de la corriente ineludible del sentido. Nuestra salvación depende menos de su comprensión que del atrevimiento a sumergirnos enteros en sus aguas.


martes, 12 de junio de 2012

DE VEZ EN CUANDO...



...conviene recordar lo que, con demasiada facilidad, tiende a olvidársenos: que nada resulta fácil (al menos, nada de lo que es verdaderamente importante). Como no debió de ser pequeña, ni del todo grata, la proeza de Hilaire Belloc caminando tantas millas para alcanzar finalmente Roma. Y así, entre pintorescos tipos humanos, misas en recónditos pueblos y aventuras varias, aún tiene tiempo para bromear con un hipotético lector zascandil o elaborar jugosas reflexiones. "Como tal, la Iglesia católica no ofrece filosofías: ella no concede comodidades", asevera. Y muy al contrario de lo que cabría esperar, esa supuesta "incomodidad" poco tiene que ver con disciplinas inhumanas, indescifrables liturgias u obligaciones varias; el propio Belloc lo explica más adelante, y pone ante nuestros ojos cielo e infierno "para la confusión de nuestros equilibrios humanos, de nuestra alegre combinación de lo bueno y de lo malo". Pues eso: el fin de toda falsa alegría.



viernes, 1 de junio de 2012

PRONÓSTICO




"Vivir con lucidez una vida sencilla, callada, discreta, entre libros inteligentes, amando a unos pocos seres".
Convendría cincelar en piedra la frase de Nicolás Gómez Dávila y, para mayor solemnidad, colocarla a modo de frontispicio en el templo de nuestra vida. Comprobaríamos resignados los usos del tiempo: el modo que tiene de erosionar las letras, de hacer ilegibles hasta los más nobles propósitos. No obstante, Dávila parece apuntar menos a una intención que a un pronóstico. Sólo el paso del tiempo conseguirá simplificarnos, limar las aristas, dulcificar la árida misantropía con nuestro pobre y selectivo cariño.