sábado, 16 de febrero de 2013

TATUAJES





Dos padres convertidos en trampantojos. A priori, ningún atisbo de subversión, de contracultura o de exclusión social. Tan solo padres. Tatuados. Puesto que alguna vez se nos dijo que el medio es el mensaje, este último no sobrepasa el corto límite de la piel, es decir, nada profundo que comunicar salvo el hecho mismo de hacerlo, pero, eso sí, con ostentación: en un caso (código de barras en la nuca), como la siniestra confirmación de los peores vaticinios futuristas; en el otro, como un indecoroso grito que hace saber a los congéneres de la existencia de un sentimiento tan desgarrado, tan particular e intransferible, que acaba por transformarse en una pantomima de sí mismo.
A continuación, cabría comentar algo acerca de la derrota del pensamiento, o aledaños. Por de pronto, me llega un aforismo de Manuel Neila: "Es un héroe de nuestro tiempo: cultiva con entusiasmo el cuerpo, la estupidez y la impostura".


lunes, 11 de febrero de 2013

ELOGIO





No esperes ser elogiado todo el tiempo a no ser que te creas tu propia mentira.

viernes, 1 de febrero de 2013

"SERÍA UNA EXTRAÑA FATALIDAD...





...si la gran revolución por la cual el hombre occidental ha sometido la naturaleza a sus designios, terminara con la pérdida de su propia libertad espiritual. Pero esto podría ocurrir si un creciente control técnico del Estado sobre la vida y el pensamiento de sus miembros coincidiera con una decadencia cualitativa en el nivel de nuestra cultura. Una ideología (...) es muy diferente de una fe (...). Es la obra del hombre, un instrumento por el cual la voluntad política consciente trata de amoldar la tradición social a sus designios. Pero la fe mira más allá del mundo del hombre y sus obras; lleva al hombre a un grado de realidad más alto y más universal que el mundo temporal y finito al que pertenecen el Estado y el orden económico".

[Christopher Dawson, "La religión y el origen de la cultura occidental", Ed. Encuentro, Madrid, 2010; pág. 19]