sábado, 20 de marzo de 2010


El corazón es un recipiente demasiado pequeño; el contenido siempre lo desborda.



9 comentarios:

Eduardo Arias dijo...

No es tanto un problema de capacidad, sino de pertinencia (en tiempo y forma) de lo introducido. Creo.

Andrei Rublev dijo...

...Problema de las imágenes cuando abordan concepciones espaciales. Creo igualmente.

Dimas dijo...

Corazón , que albergas lo mas íntimo del ser...¿porqué unas veces me alegras y otras me torturas sin piedad?. Quizá tuviese razón ¿Rousseau cuando sentenciaba " no he visto el corazón de un asesino, pero me asomé al de un hombre honrado y me asusté"

Andrei Rublev dijo...

Uff, mantengámonos alejados del inefable Rousseau, ese impostor... Quedémonos con un gran corazón transparente, hermoso, incansable en ese afán para el que Dios le dotó...

Cher dijo...

Yo es que creo que más que un recipiente (pequeño o grande), es un motor. Hay que saber de: su mecanismo de arranque (casi siempre inconsciente o subconsciente), el par motor(la fuerza procedente del cigüeñal y que luego es transmitida a las ruedas) y su potencia (rapidez que alcanza el motor en realizar su trabajo), para luego verter adecuadamente sus prestaciones.
Lo que pasa con este motor es que muchos/as desconocen su sonido y su rendimiento, con lo cual se lanzan a la carrera gratuita de correr y no saber el terreno que pisan.

Unknown dijo...

El alma tiene cabida suficiente para almacenaje al libre albedrío.
El corazón se romper, el alma es irrompible.
Un biquiño.

Andrei Rublev dijo...

Insondable el alma. Infinita. Quién o qué nos sacará de tan ancho desconocer...
Bienvenida, Carmela.

Paz dijo...

tas ficháu

Lía dijo...

Ahhhh (supiro), el corazón!