[Epitafio escueto y enigmático que reza en la tumba de Borges, en Ginebra.
Por nuestra parte, este será el espacio para la poesía y el pensamiento, como la manifestación de la sorpresa que nos asalta por el hecho de vivir. Invitación al sosiego espiritual, después de todo.]
4 comentarios:
Bonita voz, bonito poema.
Gracias
Extraordinario, el poema. Magnífica, la cadencia lectora y el ritmo que le impones. Tu voz, deliciosa.
Qué bien sabes tratar a los amigos, barbián! (Lo raro es que aún no nos hayamos visto después del tiempo...)
Por supuesto, gracias a ti, Lourdes, y al magnífico y canalla de José María Álvarez.
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