[Epitafio escueto y enigmático que reza en la tumba de Borges, en Ginebra.
Por nuestra parte, este será el espacio para la poesía y el pensamiento, como la manifestación de la sorpresa que nos asalta por el hecho de vivir. Invitación al sosiego espiritual, después de todo.]
lunes, 22 de febrero de 2010
AFORISMO
Es garantía de elogio certero la acerba crítica del necio.
❦
4 comentarios:
Cher
dijo...
Toda crítica cruel y necia pone de manifiesto a una víctima; no sé si tanto la elogia como revela su vulnerabilidad, pero la víctima (si no cae en victimismo) grarantiza, de ante mano, lo absurdo del daño que se quiere causar. El proceso, pues, no es tanto del exterior sino de como vemos lo exterior. Es ahí donde está la certeza.
Gracias por tu elogio Arseni, espero que no sea un aforismo. Por cierto, conoces las coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre. Es una autentica reflexión sobre nuestra vida. Un fuerte abrazo y que quieras mucho a los tuyos
¿Quién no conoce a don Jorge? Todavía el año pasado volví a leer sus Coplas. Gran poesía. Gran clásico. Somos todos una breve corriente hacia el Todo. Mientras tanto, dices bien: a amar.
4 comentarios:
Toda crítica cruel y necia pone de manifiesto a una víctima; no sé si tanto la elogia como revela su vulnerabilidad, pero la víctima (si no cae en victimismo) grarantiza, de ante mano, lo absurdo del daño que se quiere causar.
El proceso, pues, no es tanto del exterior sino de como vemos lo exterior. Es ahí donde está la certeza.
Un saludo Arsenio.
Lo que no deberíamos perder nunca es la capacidad de descubrir la necedad, tanto ajena como propia. Este es el primer paso.
Un saludo.
Gracias por tu elogio Arseni, espero que no sea un aforismo. Por cierto, conoces las coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre. Es una autentica reflexión sobre nuestra vida.
Un fuerte abrazo y que quieras mucho a los tuyos
¿Quién no conoce a don Jorge? Todavía el año pasado volví a leer sus Coplas. Gran poesía. Gran clásico. Somos todos una breve corriente hacia el Todo. Mientras tanto, dices bien: a amar.
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